Para mantener los dientes sanos, conservarlos blancos y presumir de sonrisa se deben adquirir correctos hábitos de higiene bucodental, visitar al odontólogo regularmente y pedir cita cada año para una limpieza dental profesional. Pero en la mejora de la salud de nuestra boca y la prevención de caries y manchas en el esmalte dental podemos hacer mucho más que cepillarnos los dientes después de cada comida y usar colutorios e hilo dental con frecuencia. Por ejemplo, cuidar la alimentación o vigilar lo que comemos.
Los alimentos que ingieres tienen un gran impacto sobre el aspecto y el estado de tus dientes. ¿Qué alimentos le hacen un flaco favor a tu dentadura? ¿Cuáles pueden mandarte directo a la consulta del dentista? En la lista de “amenazas” para la salud dental hay algunos alimentos inesperados, que parecen inofensivos, pero que desgastan el esmalte de los dientes y no contribuyen a que tengas una boca sana. A continuación, te contamos cuáles son los cinco alimentos que más dañan los dientes para que los consumas con moderación.
Palomitas de maíz
Pasaron de ser un simple aperitivo a nuestras eternas compañeras de butaca en el cine o en el sofá de casa. Aunque estén cargadas de antioxidantes, son ricas en carbohidratos y azúcares que forman ácido láctico al combinarse con las bacterias o gérmenes de la boca, fermentando y disolviendo la capa externa de los dientes. Lo recomendable sería cepillarse los dientes lo antes posible tras comer palomitas de maíz, o bien utilizar un palillo para reducir el daño que causan este y otros snacks crujientes.
Cítricos
Aunque aportan muchas vitaminas y nutrientes saludables para el organismo, todas las frutas contienen azúcares naturales que pueden causar caries. El consumo excesivo de cítricos va erosionando el esmalte dental con el tiempo, haciendo que los dientes se vuelvan más sensibles.. Por tanto, procura usar enjuague bucal cada vez que tomes zumo de limón, de pomelo o de naranja.
Kétchup
El ácido acético, junto con el vinagre, figura entre los ingredientes de la salsa kétchup, y puede perforar y disolver el esmalte de los dientes. Añadir la famosa salsa de tomate u otros aderezos ácidos o dulces a varias comidas a lo largo del día acelera el desgaste de los dientes.
Vino
No hay nada más sublime, saludable y placentero que terminar una agradable velada con una copa de vino, pero nadie dijo que fuera lo más acertado para lucir una sonrisa deslumbrante. El vino mancha los dientes y deja una sensación de sequedad en la boca. En general, las personas que beben alcohol en exceso ven reducido su flujo de saliva, lo que puede derivar en caries dentales e infecciones en las encías.
Refrescos de cola o gaseosas
Estas bebidas llevan altas concentraciones de azúcar, contribuyendo así a la formación de caries. Los ácidos presentes en las latas de refrescos carbonatados, inclusive los light, atacan el esmalte o la superficie de los dientes y causan un daño mayúsculo en comparación con otros alimentos. Lo mejor es evitar las bebidas gaseosas o dietéticas (con menor contenido de azúcar) o intercambiar los refrescos por agua.
Como has podido apreciar, la mala prensa de los alimentos con alto contenido en azúcar no es casual; son, por descontado, los principales desencadenantes de la caries. Los hidratos de carbono reaccionan con las bacterias de la boca para formar ácido
responsable de la desmineralización del esmalte del diente hasta producir caries.