Seguramente has oído hablar de la proporción áurea, el número «mágico» que traduce la proporción perfecta de la naturaleza. El número representado por la letra griega Phi, el valor aproximado de 1.618 sería el llamado número áureo, presente en numerosos elementos de la naturaleza, incluyendo los dientes, la sonrisa y la cara y al parecer utilizado por Leonardo Da Vinci en sus pinturas y obras. ¿En serio?
Analizar una sonrisa es algo totalmente complejo. Hay muchos elementos, curvas, proporciones, texturas, colores y detalles que se deben observar. Es muy difícil encontrar sonrisas perfectas, sin ningún fallo, esto se debe a que la naturaleza es asimétrica, pero nuestras caras no lo son.
Por ejemplo:
- La línea recta vertical que divide la cara en 2. En la medida de lo posible esta línea debe coincidir con la línea que separa los incisivos.
- Inclinación de los dientes
- Margen Gingival
- Morfología dental, cada diente tiene una forma anatómica distinta
- El volumen de los labios es importante
- Color de los dientes
Por no hablar de que todo esto debe relacionarse con la cara de la persona, con la edad, con la forma de la cabeza, entre otras cosas.
La reconstrucción de una sonrisa desde 0, requiere una habilidad casi artística realizada por un cirujano. El análisis tiene que evaluar numerosos factores tales como la estética gingival, la posición del labio, tamaño, forma y color de los dientes, además de la posición tridimensional en el arco, la oclusión (FIT), proporciones y etc. Hay varias mediciones, líneas, puntos craneofaciales y proporciones que pueden ser utilizados como guías para la reconstrucción de una sonrisa.
La conclusión que sacamos con toda esta información que la teoría de Da Vinci es totalmente una leyenda.
