Es importante fomentar el hábito de una buena higiene dental desde la infancia. Un estudio realizado por el ministerio de sanidad indicaba que un 68% de los niños de dos a siete años y un 86% de siete a trece se cepillan los dientes al menos una vez al día.
Los odontólogos recomiendan cepillarse los dientes unas tres veces al día. Con el fin de prevenir la aparición de caries y conservar una dentadura sana toda la vida. Se suele decir “que lo que empieza mal, acaba mal” por eso es importante comenzar a forjar estos hábitos en nuestros pequeños desde muy temprana edad.
El cepillo debe estar adaptado a su tamaño y sustituirse cada dos meses. Cada diente se cepillara en seco, efectuando un movimiento vertical desde la raíz a la punta y movimientos circulares junto a las raíces. Hay que prestarle una mayor atención a la zona de los molares y las encías en la zona de los incisivos.
El dentífrico tiene la doble función de favorecer la eliminación de los residuos de alimentos removidos por el cepillo y asegurar la frescura del aliento. No representa ningún papel decisivo en la limpieza de los dientes, se podría prescindir de él.
Es importante enseñar a usar el hilo dental, fundamentalmente a la noche, antes de acostarse. Esto ayudara a eliminar los residuos que quedan entre los dientes y que el cepillo no ha sido capaz de acabar. El uso de este consiste en introducirlo entre diente y diente deslizándose de delante hacia atrás y desde la encía hasta la punta.
Con respecto al flúor actualmente se recomienda su uso a niños mayores de seis años, debido a la porosidad de los dientes de leche.
La higiene dental es fundamental, la falta de ella puede provocar enfermedades e infecciones.
La gingivitis es una de las enfermedades bucales bacterianas más comunes debido a la falta de un buen hábito higiénico bucal. Cuando esta enfermedad evoluciona a un estado crónico, provoca bolsas periodontales, movilidad de las piezas dentales, sangrado excesivo y espontáneo, así como la pérdida del hueso alveolar que sostiene a los dientes. Dependiendo de su grado además puede provocar ulceras y mal aliento.
En estos casos es mejor acudir a un especialista que contribuya al tratamiento adecuado.
Por todo esto la importancia del cuidado dental, al menos una vez cada año acudir a una consulta y si el especialista lo recomienda una limpieza.