Una de las cosas que más nos gusta es lucir una bonita sonrisa. Y ahora en verano es casi imprescindible que nos importe más por el valor estético, que sigue siendo un síntoma de buena salud y de una buena imagen pudiendo causar una mejor impresión a los demás.
Por ello en verano también debemos mantener una buena salud bucodental. Y debido a que realizamos un cambio de hábitos y rutinas, es aconsejable que prestemos todavía más atención a nuestra higiene bucodental. Nunca debemos olvidarnos del cuidado diario, que como ya hemos comentado en otros artículos del blog, es imprescindible para mantener la boca sana.
Nuestros Odontólogos en la Clínica Dental Jorge Mato son conscientes de que los meses de verano hacen que nos relajemos en nuestros hábitos de limpieza. Y que tendemos a ser algo menos constantes en la higiene dental. Y por ello deberíamos ser incluso más insistentes, ya que el aumento de las bacterias aumenta pudiendo provocar gingivitis, caries y otras afecciones.
En esta época, tenemos que tener cuidado con los siguientes factores:
- Cuidado con los productos fríos. El contraste de temperaturas es un factor de riesgo. Un consumo excesivo de helados, granizados, bebidas frías puede producirnos una sensibilidad dental, provocando dolores intensos por la exposición de la parte interna del diente que son causados por este cambio de temperatura excesiva.
- La piscina puede pasar factura. El calor intenso nos hace acudir a las piscinas y refrescarnos. Pero abusar de ello puede dañar nuestros dientes, ya que los productos químicos como el cloro pueden provocar manchas en nuestro esmalte. Suelen tener un color amarillento o marrón y suelen aparecer entre los dientes y en las piezas frontales.
- Los refrescos carbonizados y ácidos. Es recomendable no abusar de las bebidas carbonatadas o los zumos ácidos (limón o naranja). Pueden provocar descalcificaciones en el esmalte dental de forma prematura. Este daño, provocado por el ácido fosfórico de estas bebidas, propician que los microorganismos empiecen a instalarse en los dientes más vulnerables y que con el tiempo aparezcan caries.
- Azúcar en exceso. Los niños en verano tienden a consumir productos con más azúcar y la falta de higiene en estas edades hace que los dientes de los más peques sean las víctimas perfectas para que las bacterias ataquen produciendo erosiones en los dientes y formando caries. Es recomendable ayudarles a cepillarse los dientes y a que consuman más agua y fruta.
- Evita bucear si tu salud bucal no es buena. Siempre hemos oído el dicho que dice que si tienes caries o empastes no debes bucear. Pues debemos confirmar ese dicho y os dejamos la explicación de por qué, ya que aunque sea un deporte de moda hay que tener cuidado con él. La presión que produce en los dientes al bajar a unos metros de profundidad puede provocar el efecto «barotraumatismo dental». Se da al entrar aire en alguna cavidad dental a través de las pequeñas fisuras en los empastes o en las caries a causa de morder con fuerza la boquilla y comprimir el nervio. Es recomendable visitar al dentista antes de practicar este deporte.
En definitiva, lo mejor para tener unos dientes sanos en verano es acudir a revisiones periódicas. Cuidarlos todavía con más esmero y si quieres lucir un tono de dientes más blanco es ahora cuando recomendamos un blanqueamiento en clínica vigilado por el Odontólogo y supervisado por ellos para un mejor resultado.