Tener una bonita sonrisa es un asunto que afecta a cualquiera: el mero hecho de mirarse al espejo y verse bien, produce satisfacción y aporta seguridad a la persona.
Se ha hablado incluso de las ventajas de una buena imagen facial en el momento de buscar trabajo y es bien sabido que una sonrisa vale más que mil palabras, pues si ésta está bien alineada, ya no digamos.
Hay muchas personas que desconocen que tener los dientes bien colocados, más allá de una cuestión estética es una cuestión de salud, pues una dentadura bien alineada es también más fácil de mantener en óptimas condiciones de higiene, por tanto, más saludable.
Hay muchos motivos para la indicación de usar brackets; aunque habitualmente se trata de maloclusión, es decir, cuando la posición natural de los dientes no permite que éstos encajen correctamente al morder.
Hay varios motivos que pueden llevar a ello, hay ocasiones en que la erupción de muelas provoca el apiñamiento de los dientes.
Puede ser también que los dientes superiores estén adelantados en relación a los inferiores, o viceversa, que los dientes superiores muerdan por dentro de los inferiores.
También pueden traer problemas los incisivos, dándose el caso de la llamada mordida abierta, o por contra, la sobremordida, cuando los incisivos superiores e inferiores no encajan correctamente.
Sea como sea, la indicación habitual a estas dolencias será la colocación temporal de brackets u ortodoncia.
Habitualmente esta terapia se prescribe durante la edad adolescente, pero cada vez son más los adultos que deciden pasar por el aro en pos de una mejor salud dental, y de la misma manera, son más los adultos a quienes produce rechazo usar ortodoncia por una cuestión estética; aunque realmente ya no hay excusa, hoy en día existen opciones que hacen este período más fácil de sobrellevar.
Son muchas las personas que se deben a su imagen, existen para ellos correctores transparentes fijos y movibles que casi ni se ven, asimismo, la ortodoncia lingual, que se coloca en la parte posterior de la dentadura, es casi invisible.
Sea como sea, todos los pacientes coinciden en que lo peor son los inicios, cuando la boca no está acostumbrada y se producen más rozaduras con la lengua o los carrillos.
También coincide la opinión de los pacientes de ortodoncia, al terminar el tratamiento: no hay mejor premio que dedicarle una preciosa y alineada sonrisa al espejo.