Siempre ha sido así, pero hoy en día los procesos tecnológicos hacen evidente que una de las mayores preocupaciones de las personas en cuanto a la higiene dental es mostrar un aspecto cuidado, la importancia de verse bien.
Cada vez son más las personas que relacionan su imagen al éxito, buscando mostrar una sonrisa sana y jovial.
Muestra de ello es el auge espectacular que han tenido los últimos avances en campo del blanqueamiento dental.
El blanqueamiento dental, también conocido como tratamiento odontológico estético, es un sistema innovador que permite rebajar varios tonos en el color del esmalte, además de potenciar su brillo.
Existen muchos métodos que garantizan el blanqueamiento, pero los especialistas aconsejan acudir a su dentista habitual para consultar un sistema adecuado a cada paciente, pues existen en el mercado algunas marcas de gel o pastas blanqueadoras que pueden resultar abrasivas en exceso y provocar, en un corto plazo de tiempo, un nefasto deterioro del esmalte.
El blanqueamiento dental que ofrece mejores resultados es el realizado en la consulta de un especialista; éste se realiza en varias sesiones y mediante la aplicación de la llamada luz fría además de ciertas sustancias que actúan en combinación.
Este tratamiento se puede reforzar en casa con productos que le facilitará el mismo especialista.
Evidentemente existen otras opciones más naturales, hay muchos alimentos que tintan nuestra dentadura oscureciendo su tono y afeando la sonrisa; siempre podemos limitar la ingesta de estos productos, o bien realizar limpiezas más exhaustivas después de comerlos. Algunos de ellos son el vino, el café, las bebidas de cola, u otros alimentos con pigmentos muy potentes.
También el tabaquismo resulta muy contraproducente.
Por contra, también existen alimentos que favorecen la higiene dental y aunque no podemos comparar los resultados con los ofrecidos por otros blanqueadores químicos, sí ayudan mucho a mantener el tono original del esmalte.
Algunos de ellos son:
La manzana, que ayuda especialmente a prevenir la placa y fortalecer la encía.
Las frutas cítricas como las fresas o el limón, que contienen altas cantidades de vitamina C y otras propiedades que contribuyen a mantener el blanco natural de los dientes.
Aun así, para mantener nuestra dentadura lo más blanca posible, no hay como mantener una higiene dental regular, basada en una rutina de hábitos: cepillar bien los dientes después de las comidas, hacer uso del hilo dental, y fortalecer el esmalte con un colutorio con flúor, que fortalece la mineralización natural de nuestra dentadura.