Muchos creen que el cuidado de los dientes de leche de los niños es una pérdida de tiempo porque tarde o temprano se caerán o porque los dientes de leche no tienen raíces.
Estas son las respuestas más frecuentes que suelen realizar los padres cuando se trata de cuidar de los dientes de leche. Sin embargo son falsas creencias populares, de hecho, los dientes de leche son esenciales y es crucial mantenerlos sanos y tratarlos hasta que sean sustituidos de forma natural por los permanentes.
– Para evitar la aparición de la caries dental.
– Para no llegar al dolor: Las cavidades destruyen el tejido del diente y los mueve hacia la pulpa donde mayor es la sensibilidad y dolor.
– Para no llegar a las infecciones: cuando las cavidades llegan a la pulpa, las bacterias crean infecciones (abscesos) que deben ser tratadas con antibióticos y que pueden causar graves daños a los correspondientes dientes permanentes y a todo el organismo.
– Para no hacer tratamientos invasivos: una vez que el niño ha alcanzado una etapa avanzada de la caries o abscesos, va a necesitar tratamientos invasivos y por desgracia doloroso.
– Para evitar el miedo al dentista: si los dientes están estrechamente vigilados y tratados cuando la caries aún se encuentra en una etapa temprana, o mejor aún, la verdadera prevención se realiza cuando están sanos, el dentista pediátrico realizará una cura simple, no invasiva y no dolorosa y sin la necesidad de anestesia.
– Para proteger los dientes permanentes: si en una boca hay cavidades que crean un ambiente cariogénico, los dientes permanentes pueden ser más propensos a experimentar la formación de caries.
– Para evitar la maloclusión: la pérdida temprana de los dientes de leche por la caries dental puede afectar a los dientes permanentes creando malos cierres de la boca.
Así que la respuesta a la pregunta es sí, los dientes de leche tienen que ser tratados.