La endodoncia permite mantener su dentición natural, el hueso y la encía que le rodea, así como su funcionalidad. Ayudando a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y que con un adecuado cuidado puede durar como el resto de su dentición.
El especialista en odontologia considera necesaria una endodoncia cuando la pulpa está afectada de forma irreversible por caries profundas, traumatismos o lesiones endoperiodontales. En estos casos el diente puede volverse sensible al frío, el calor o la masticación. El dolor puede ser intermitente o constante. Incluso el diente puede cambiar de color o puede aparecer un flemón o una fístula. También podría estar aconsejada en dientes que requieran grandes tallados para la posterior colocación de coronas o puentes.
Endodoncia, la intervención
Para poder llegar al tejido pulpar (nervio) es necesario realizar un acceso hasta los conductos por los cuales discurre el nervio dental. Una vez conseguido, se emplean distintos instrumentos y líquidos que ayudan a la extracción y disolución del tejido pulpar, así como a desinfectar y conformar adecuadamente el sistema de conductos.
Una vez eliminado el tejido pulpar y el conducto está limpio y seco, se procede a su relleno. Este relleno ocupará totalmente el espacio del conducto con el fin de dejar el mínimo lugar posible para la proliferación de bacterias.
No es un procedimiento doloroso ya que se realiza bajo anestesia local. Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo con la masticación, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean el diente. En estos casos se requerirá una medicación adecuada.
En la mayoría de los casos el tratamiento se hace en una sola visita que oscila entre 30 y 60 minutos en función de la pieza a tratar. Si bien en ocasiones, la situación clínica del paciente, la dificultad técnica del caso, la experiencia del profesional u otros parámetros, pueden hacer necesarias dos o más sesiones.
Cuidados tras la endodoncia
Después de la endodoncia, es necesario restaurar la corona del diente, para que la endodoncia esté protegida y no se pueda producir la entrada ni de saliva ni de bacterias. Una vez restaurado el diente, es necesario acudir a las citas de revisión que le indique su odontólogo. Es posible que en muchos casos se recomiende colocar una corona de metal porcelana para proteger la pieza endodonciada y que no se llegue a romper con el paso del tiempo.