Los expertos dicen que el problema del mal aliento, en un 90% de los casos se encuentra en la boca y nos dan cinco consejos para burlarnos de la halitosis.
Despertarse por la mañana con halitosis y sentir un mal sabor en la boca es algo muy común. Pero es importante saber que hay una diferencia entre sentir mal gusto y tener mal aliento.
A pesar de que al mal aliento se le atribuyen una serie de factores tales como enfermedades digestivas, una dieta inadecuada e incluso el estrés, en un 90% de los casos el mal aliento se encuentra en la cavidad bucal, incluso si la fuente del problema es sistémico (hipovitaminosis, el uso de fármacos que reducen el flujo salival y enfermedades autoinmunes, por ejemplo).
El tratamiento del mal aliento requiere un diagnostico específico para poder identificar los cambios orales que provocan variaciones en la calidad de la respiración del paciente, que pueden darse por ciertas perturbaciones situadas en la parte superior de las vías respiratorias, metabólicas, hormonales, hepática, renal, e incluso por la falta de vitaminas.
Después de realizar una cuidadosa anamnesis y de un examen clínico, podemos encontramos con enfermedades bucales como la gingivitis, infecciones periodontales, prótesis dentales mal ajustadas, hábitos dietéticos inadecuados y una mala higiene bucal. Es importante tener en cuenta que, en general, más de uno de estos cambios provocan mal aliento.
Los expertos señalan cinco consejos para eludir el mal aliento:
- Una buena higiene dental
- Cuidado de la lengua
- No enmascarar el problema comiendo caramelos y chicles
- Beber mucho agua
- Masticar muy bien los alimentos