Todos sabemos lo malo y embarazoso que es el mal aliento. A menudo la gente se siente insegura y por lo tanto entran en depresión a causa de las dificultades impuestas por el mal aliento.
A pesar de todo esto, se trata de una enfermedad que en el 99% de los casos se puede curar. Por otra parte, no podemos olvidar que el mal aliento de la mañana es algo común y no debe ser considerada como una enfermedad.
El mal aliento o la halitosis lo sufren un 60% de la población, sin embargo, la gran mayoría son causados por una comida picante con ajo o cebolla que, naturalmente, causa un olor desagradable en la boca o por una higiene bucal deficiente. En este caso, el tratamiento se limita a un cepillado adecuado, especialmente en la zona posterior de la lengua que es donde se aloja una mayor gran cantidad de bacterias responsables del mal aliento. Cepillarse los dientes también previene la inflamación de las encías o la acumulación de restos de alimentos que causan el mal aliento.
Algunas veces las causas del mal aliento están asociadas con problemas estomacales, las causas más frecuentes pueden venir de una enfermedad bronco-pulmonar, alcalosis, problemas digestivos, hígado, diabetes, nefritis, tabaquismo, enfermedades febriles, el estrés, largos períodos de ayuno, deshidratación, respiración por la boca y también ciertos tipos de medicamentos.
La mejor manera de evitar el mal aliento es el cuidado de la higiene oral y la nutrición. Las zanahorias, manzanas y fibra ayudan en la limpieza de los dientes y las encías. El consumo frecuente de agua también es importante. La estimulación de la saliva también ayuda a prevenir el mal aliento. Para aquellos que tienen una tendencia al mal aliento, lo mejor es evitar las carnes grasas, alimentos fritos, la col, el ajo y la cebolla. También hay que evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco.
Además de todas estas medidas, es importante hacer visitas regulares a los dentistas, para así identificar y resolver más eficientemente cualquier problema bucal.