El paladar es el techo o pared superior de la boca que separa la cavidad oral de las fosas nasales. Además de ser una zona que permite articular sonidos gracias a la su interacción con la lengua, el paladar cumple su función al masticar y al deglutir. A pesar de no prestarle demasiada atención, es una zona que se debe cuidar.
Está constituido por dos partes: el paladar duro, que ocupa los dos tercios anteriores; y el paladar blando, situado en la parte posterior. En realidad está conformado por tejido mucoso y contiene numerosas glándulas salivares.
Existen cuatro enfermedades bastante comunes que afectan de manera directa el paladar.
Aftas: también llamadas llagas o úlceras, son inflamaciones de la mucosa bucal (es decir, del tejido que recubre la boca por dentro) que son muy dolorosas y suelen afectar preferentemente niños y adolescentes.
Irritaciones: pueden derivar de la ingesta de alimentos muy picantes, bebidas demasiado calientes o frías, tabaquismo o protesis dentales y provocan una sensación incómoda que puede durar incluso días y nos incomoda a la hora de comer o hablar.
Infecciones: se producen por hongos (candidiasis) afecta a la mucosa bucal. Como las aftas, aparece con una debilitación del sistema inmunológico, el 90% de la población es portadora del mismo, debe ser tratada convenientemente.
Lesiones precancerosas: se conocen como leucoplasia, también se muestran por alteración del color de la mucosa y debe revisarse rápidamente porqué puede derivar en tumores bucales.
La inflamación del paladar puede ser causada por varios motivos.
Ingerir bebidas o alimento muy calientes.
Deficiencia de algunas vitaminas (B12 o ácido fólico).
Tabaquismo.
Debilidad del sistema inmunitario.
Procesos infecciosos de la cavidad oral.
Traumatismos.
Estrés.
Cambios hormonales.
Procesos cancerosos.
Salvo en el caso de que la causa de la inflamación sea una infección, en cuyo caso se utilizarán antibióticos, antifúngicos o antivirales; en general el tratamiento de la estomatitis( inflamación del paladar) será sintomático, ya que en la mayoría de los casos la inflamación desaparece al cabo de un tiempo.
Lo más importantes es evitar el dolor, para lo que esencial una alimentación adecuada, ausente de alimentos picantes y muy condimentados, así como bebidas y alimentos calientes, alcohol u otras sustancias irritativas. También conviene ingerir alimentos blandos y fáciles de masticar y deglutir.
El paladar es una parte importante en nuestra boca y debemos cuidarla al igual que las encías y los dientes.
Existen injertos que se realizan con la mucosa del paladar siendo una cirugía menor.