La relación que tiene la familia con el dentista e higienista dental es sin duda una opción para enseñar a los niños serenidad y buenas prácticas de cuidado diario de los dientes. Como hemos dicho son ellos, los padres, el higienista médico y el equipo dental quien puede guiar a los niños hacia la prevención y tratamiento de enfermedades dentales.
Una buena práctica y sobre todo saber lo que significa la salud dental y un estilo de vida saludable, son y seguirán siendo hábitos que se adquieren día a día.
Estas son las cuatro reglas básicas:
1) Los dientes se deben limpiar cada vez que se come.
La cita obligada con el cepillo de dientes es al menos 2 veces al día, después del desayuno y por la noche antes de ir a dormir, ya que durante la noche la saliva neutraliza el agente de la placa y esta ayuda a disminuirla considerablemente.
La limpieza de dientes se realiza con muy poca pasta dental con fluoruro durante dos minutos en un movimiento circular. Está bien que los niños prueben a cepillarse los dientes por sí mismos, pero si queremos que el lavado sea verdaderamente eficaz, habrá que ayudarles por lo menos hasta los 6 años.
2) El hilo dental.
Los niños desde una edad temprana se tienen que acostumbrar a utilizar el hilo dental, puesto que será un buen hábito para un futuro.
3) La fuente de alimentación es otra fuente de salud oral y focal. Hay que acostumbrarse a minimizar la ingesta de aperitivos y bocadillos con alto contenido de azúcar y carbohidratos. Siempre es mejor optar por frutas de temporada.
Hay que evitar los refrescos y los zumos por su alto contenido en azúcar.
4) Nunca compartas cepillos de dientes en casa para evitar el paso de bacterias. Los cepillos de dientes hay que sustituirlos cada dos o tres meses como máximo.
Y en vacaciones… no hay excepciones!